Mano con tablet, en la que el salen globos de diálogos con conceptos de la educación online
Fichas prácticas para la docencia online

Tomar en cuenta lo que los estudiantes ya saben

Toda buena clase debería comenzar con una exploración de los conocimientos previos de los estudiantes. Para ello, resulta necesario que los docentes elaboren resultados de aprendizaje que comuniquen no solamente qué se va a aprender, sino para qué.

Clasificación: Preparar

¿Qué puedo hacer?

Para explorar el conocimiento previo de los estudiantes se pueden utilizar las siguientes actividades:

  1. Demostraciones: el docente proporciona una demostración o modela los conceptos a trabajar en la clase, y lo hace paso a paso solicitando a los estudiantes que aporten el paso siguiente en la secuencia mediante la pregunta: “¿Y ahora qué deberíamos hacer? ¿Por qué?”. Ambas preguntas son fundamentales. Si los estudiantes no pueden responderlas, el docente continúa con la demostración, pero sin explicar, de forma de fomentar la curiosidad de los estudiantes.
  2. Eventos inusuales: el docente plantea, a los estudiantes, algo inusual respecto a los contenidos. Pueden ser datos, una ilustración, un acertijo. Por ejemplo, el docente puede mostrar una tarjeta con la palabra ROMA. La coloca detrás de un florero o recipiente transparente. Seguidamente, llena ese recipiente con agua y la palabra en la tarjeta se convertirá en la palabra AMOR, pues el agua actúa como deflector de las ondas de luz y hace que las mismas cambien de dirección. A partir de este evento inusual, el docente pregunta a los estudiantes: “¿Por qué pasó esto?
  3. Imágenes, objetos o sonidos: se comparten imágenes, sonidos y objetos con los estudiantes, a través de la cámara. Se los invita a que especulen cómo lo visualizado se conecta con el tema del día o con los conceptos a abordar. Este tipo de actividad, que no lleva más de cinco minutos, también distiende a los estudiantes, alienta su curiosidad y los predispone a tomar un rol activo en el resto de la clase.
  4. Escritura libre: al comienzo de la clase se explican los resultados de aprendizaje y por qué son relevantes. Luego, se le pide a los estudiantes que, en grupos de tres o cuatro miembros, abran un documento de texto de Google y lo compartan en su equipo. Hasta que el docente diga “¡Paren!” deberán escribir, simultáneamente, todo lo que saben sobre el tema, sin detenerse a pensar. Si no encuentran algo que escribir, entonces escribirán: “No tengo nada que escribir. No tengo nada que escribir…” (pista: siempre alguien va a tener algo para escribir). Posteriormente, pedir a cada equipo que comparta pantalla y que muestre su trabajo. El docente, de esta forma, puede ver qué es lo que los estudiantes realmente saben del tema. Al mismo tiempo, los estudiantes se enriquecen mutuamente al aprender de sus compañeros. Esta actividad, para ser productiva, debe durar entre un minuto y un minuto y medio de escritura por parte de los estudiantes.
  5. Preguntas y respuestas: previo a la clase, el docente prepara un repartido con una secuencia de preguntas, ejercicios o problemas relacionados al tema de la clase –que siga el orden en el cual se va a presentar la información–. Ya en clase, el docente envía por chat el repartido a los estudiantes, los divide en equipos y les pide que discutan las preguntas o ejercicios en no más de cinco minutos. Luego, en plenario, el docente solicita a los estudiantes que compartan lo que no pudieron hacer –y toma dicho insumo como punto de partida para la clase–.
  6. Torbellino de ideas: esta técnica pude aplicarse de varias maneras. El docente, al comienzo de la clase, propone una pregunta o el tema del día y pide a los estudiantes que contribuyan con respuestas o ideas sobre el mismo. Una forma de ver todas las respuestas es pidiéndoles que las escriban, en letra grande, en una hoja y que la muestren a través de la cámara. Alternativamente, se puede utilizar Padlet para que todos las vean al mismo momento o, incluso, se les puede pedir que hagan un mapa semántico colaborativo en la aplicación Coggle, la cual tiene una versión gratis (si el uso va a ser esporádico).
  7. Desafío de preguntas y respuestas: el docente comparte, por Aulas, un material relacionado al tema de la clase sincrónica y le solicita a los estudiantes que elaboren preguntas sobre el material. Para ello, deberán leerlo y seleccionar los puntos más relevantes para realizar las preguntas. Al comienzo de la clase virtual sincrónica, el docente comparte la pizarra y le pide a los estudiantes que escriban allí una pregunta cada uno. Posteriormente, los estudiantes se turnan para elegir una pregunta para responder, cuya respuesta están seguros de conocer. Para seleccionar a los estudiantes de forma aleatoria, puede utilizarse un selector online como, por ejemplo, Online Stopwatch. Esta aplicación también tiene una función de cronómetro, que puede compartirse mientras los estudiantes trabajan en una tarea por tiempo.

Claves para el éxito

  • Asegurarse que las actividades se centran en lo que los estudiantes deberían saber para comprender el nuevo tema.
  • No promover actividades que exijan el nuevo contenido antes de enseñarlo.
  • Promover la interacción entre los estudiantes como forma de maximizar su involucramiento.
Fichas prácticas