Clasificación: Enseñar
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Duración
Variable
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Dificultad
Baja
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Participantes
Docentes y estudiantes
¿Qué puedo hacer?
Algunas pizarras –como por ejemplo Jamboard de Google– permiten diseñar los contenidos, subir esquemas, proponer preguntas y organizar otras actividades interactivas, previo a la clase.
Así, las actividades prediseñadas por el docente, se comparten con los estudiantes al comienzo de la clase y se utilizan durante la misma para varias funciones interactivas, tales como la elaboración de esquemas, toma de apuntes, entre otras.
Además, si se cuenta con dispositivos móviles, se pueden utilizar los lápices electrónicos, para escribir de la misma forma que con los marcadores en las pizarras físicas –accediendo a la pizarra compartida, desde el dispositivo móvil–. Esto resulta particularmente útil para asignaturas que requieren el uso de símbolos complejos, para las que utilizan una notación especial que demora en ser incorporada a un documento, así como cuando se quiere ganar tiempo durante las clases.
Otra opción es utilizar las pizarras durante el trabajo en equipos. Por ejemplo, cada grupo puede elaborar su trabajo, en forma simultánea. Luego, lo ponen en común por medio de la función de compartir pantalla.
Se puede utilizar una pizarra virtual en las siguientes situaciones:
- Cuando nos damos cuenta de que los estudiantes no están comprendiendo el tema o siguiéndolo.
- Para realizar las correcciones necesarias: se le da a los estudiantes una pista de qué han hecho mal o cómo pueden mejorar lo que han realizado, y se les pide que realicen las modificaciones correspondientes en la pizarra.
- Se les presenta a los estudiantes dos o tres ejemplos de errores que hemos identificado, a través de la pizarra grupal, y se les solicita que identifiquen cuál es el error.
- Se selecciona un ejemplo que está casi bien y se les pide a los estudiantes que lo mejoren.
- En la pizarra virtual, se crean tantas “páginas” como estudiantes o equipos haya en la clase. Cada uno trabaja en su espacio.
- A través de la función de compartir pantalla, se discuten las respuestas de cada grupo.
Claves para el éxito
- Las pizarras virtuales fomentan la interactividad de la enseñanza y del aprendizaje: permiten construir en conjunto con los estudiantes.
- Se les puede agregar “páginas” para el trabajo individual o grupal.
- Pueden guardarse en diversos formatos (como documentos o como imágenes), para que los estudiantes utilicen, en el futuro, como material de referencia.
- En clases de repaso, puede recurrirse a versiones archivadas de la pizarra para favorecer una revisión contextualizada.