Mano con un celular y detrás una computadora
Planificación

¿Cómo planificar tus clases?

La planificación de las clases es un tema que preocupa a los profesores universitarios. ¿Cómo hacer para lograr que los estudiantes aprendan, en el tiempo disponible de las clases, los temas de un programa? Este artículo presenta los elementos clave de la planificación didáctica y ayudará a los docentes a clarificar este aspecto tan relevante de la enseñanza.

Las asignaturas y sus programas

Las asignaturas se comunican a través de programas, que se redactan a nivel macro o general y a nivel más específico o detallado. Hoy en día, los programas que presentan las asignaturas de las facultades son bastante generales. Si bien algunos señalan los objetivos o resultados de aprendizaje, no siempre son congruentes con los contenidos que después se abordan.

Los programas de las asignaturas, a nivel micro, representan un conjunto organizado, integrado, secuencial y estructurado de resultados de aprendizaje, contenidos, actividades de enseñanza, recursos didácticos, metodologías de evaluación y tiempo en el que se desarrollarán las actividades.

También a este nivel, su redacción puede ser más o menos detallada. Si bien no hay un modelo único, a continuación se presenta una forma de planificación que ayuda a docentes y a estudiantes a conocer mejor el proceso en que se desarrollará el curso:

Objetivos o resultados de aprendizaje Contenidos temáticos Actividades de aprendizaje Recursos didácticos Sistema de evaluación Tiempo
Qué se espera que los estudiantes aprendan al finalizar una asignatura o tema Qué conocimientos, habilidades y actitudes deberán desarrollar los estudiantes en la asignatura Qué métodos de enseñanza se usarán para que los estudiantes logren los resultados de aprendizaje Qué materiales o herramientas hay que disponer como apoyo educativo A través de qué métodos de evaluación se evidenciarán los aprendizajes En qué tiempo: días,  horas clase o fuera de clase insumirán las actividades


La tabla ilustra los elementos que deben formar parte de la planificación. Sin embargo, es necesario recordar que esta secuencia no es lineal, ya que el proceso puede comenzar por los resultados de aprendizaje o por los contenidos y, a partir de allí, pensar los demás componentes.  

Además, es importante tener en cuenta que el proceso requiere que haya una permanente revisión de la coherencia entre los diferentes elementos.

Los objetivos/resultados de aprendizaje

Indican, de forma explícita, el nivel que se pretende que alcancen los estudiantes al finalizar una asignatura, tema o módulo. Al formularlos, le estamos explicando a los estudiantes cuáles son las actuaciones concretas que esperamos que sean capaces de desarrollar, en qué contexto y hasta qué nivel.

Se relacionan con el estudiante y, por eso, conviene incluir en su redacción una frase como: “Al terminar con éxito esta asignatura, tema o módulo, los estudiantes serán capaces de…”.

Algunas sugerencias:

  • Deben ser coherentes con la carga lectiva de la asignatura, el ciclo al que corresponden y el curso en el que se imparten.
  • Deben ser evaluables: cuando se plantean, hay que pensar de qué modo se medirá su adquisición.
  • Para formularlos, es conveniente utilizar verbos activos y, de ser posible, incluir una indicación del nivel esperado. Es recomendable utilizar la taxonomía de Bloom: una clasificación jerárquica de los niveles de desarrollo del conocimiento, que va de lo más simple a lo más complejo.

Aclaración:
Es importante destacar la diferencia que existe entre resultados de aprendizaje y objetivos de enseñanza. Los primeros se relacionan con el estudiante, mientras que los segundos refieren a las intenciones del docente.
Algunos ejemplos de objetivos de enseñanza:
- “Ofrecer una primera aproximación al estudio de la evolución de los niveles de vida a lo largo de la historia”.
- “Presentar a los estudiantes los principios básicos del álgebra lineal”.

Los contenidos

Los contenidos no son un fin en sí mismo, sino que solo tienen sentido cuando contribuyen para el logro de los objetivos de aprendizaje. Es conveniente que el programa se centre en los contenidos más relevantes de la asignatura, de forma tal de permitir que los estudiantes sigan profundizando en otros contenidos a medida que los vayan necesitando.

En consecuencia, es útil distinguir entre contenidos básicos (es decir, imprescindibles) y contenidos complementarios. Por ejemplo, parte de estos últimos pueden incorporarse mediante actividades a distancia.

Las actividades de enseñanza y aprendizaje

Son el conjunto de las actividades formativas empleadas por los docentes para que los estudiantes logren los objetivos o resultados de aprendizaje.

Las actividades podrán ser sencillas –como, por ejemplo, visitar una página web determinada– o complejas –diseñar un proyecto–; y podrán ser individuales o grupales.

Al seleccionar las actividades, el docente deber tener en cuenta:

  • su adaptación a las características de los grupos, contextos y tipos de cursos;
  • que ayuden a despertar y mantener el interés de los estudiantes;
  • que las actividades sean interactivas y combinen breves presentaciones con actividades en grupo, de forma que los estudiantes apliquen los contenidos a su práctica habitual y desarrollen el pensamiento crítico.

Para garantizar la calidad de enseñanza, es necesario que haya coherencia entre los resultados de aprendizaje, las actividades y la evaluación.

Por ejemplo, si los resultados de aprendizaje refieren al nivel cognitivo más elemental, las actividades podrán ser clases interactivas o lecturas con guías de preguntas –y la evaluación tenderá a evidenciar la memoria y la comprensión–.

Si esperamos que el estudiante logre resultados de aprendizaje relacionados con niveles de cognición más elevados, habrá que pensar en planificar actividades de otro tipo, a fin de desarrollar las capacidades de análisis, aplicación, valoración, entre otras.

En consecuencia, la evaluación del aprendizaje deberá constatar dichos niveles de logro:

Objetivos o resultados de aprendizaje Actividades formativas Métodos de evaluación del aprendizaje

Campo del saber cognitivo

Conocimiento y comprensión

Clases interactivas o lecturas –en las que se le exige al estudiante alguna actividad relacionada con la misma, como responder preguntas o realizar un esquema o una síntesis–. Exámenes escritos u orales, trabajos o ensayos, presentaciones orales.

Campo del saber cognitivo

Aplicación, análisis, síntesis y evaluación

Trabajo de laboratorio, aprendizaje basado en problemas o proyectos, estudio de casos, tutorías, seminarios, elaboración de proyectos e informes técnicos, análisis de datos, crítica de textos, realización de informes. Prácticas realizadas, conclusiones o proyectos presentados, análisis de casos, justificación de las decisiones tomadas.  

Campo del saber convivir

Integración de habilidades y actitudes

Role playing, elaboración de informes y proyectos, estudio de casos. Role playing, informes, proyectos, casos.

Campo del saber hacer operativo

Adquisición de destrezas físicas

Ejercicios, repetición de la destreza en cuestión con diferentes variantes. Evaluación de la ejecución con criterios explícitos y públicos.

Recursos didácticos

Al planificar una actividad, el docente deberá tener en cuenta qué tipo de materiales o equipos necesitará para acercar al estudiante con la realidad, aumentar su motivación y dar significado al contenido.

Muchas veces, el profesor puede elaborar material. Por ejemplo, manuales, guías, ejercicios o casos reales. Puede seleccionar noticias, láminas, fotos, videos y presentaciones, a los efectos de apoyar la enseñanza.

Actualmente, además, las herramientas tecnológicas son abundantes y resultan una alternativa muy apropiada para la formación.

Métodos de evaluación de los aprendizajes

Evaluar permite obtener la evidencia del aprendizaje logrado. Por eso, tal como se señaló antes, está íntimamente relacionado con los resultados de aprendizaje y con las actividades formativas que han realizado los estudiantes durante el curso.

La evaluación del aprendizaje puede realizarse al inicio (diagnóstica), durante (formativa) o al final (sumativa).

En particular, la evaluación sumativa es el proceso por medio del cual docente y estudiantes comprueban el nivel de logro los resultados del aprendizaje. Puede implicar las siguientes dimensiones:  

  • La evaluación del dominio de los conocimientos o habilidades (evidencia: resultados obtenidos en pruebas).
  • La evaluación de los resultados de las tareas realizadas (evidencia: grado de cumplimiento de las actividades o tareas).
  • La evaluación del saber ser (evidencia: grado de contribución en las tareas de grupo, actitudes, entre otras).

La indicación clara de cómo se recogerán estas evidencias constituye un aspecto clave de la evaluación, lo que se realiza mediante diferentes técnicas e instrumentos.

En el esquema siguiente se pueden apreciar, a modo de ejemplo, algunos instrumentos –de acuerdo al tipo de objetivos o resultados de aprendizaje que se quieren evidenciar–:   

Tipo de objetivos a evaluar Instrumentos de evaluación
Campo del saber cognitivo

Pruebas de rendimiento, ejercicios, monografías, ensayos, informes, resolución de situaciones problema o casos.
Campo del saber hacer operativo Análisis de tareas, debates, simulaciones, registro de procedimientos, prácticas.
Campo del saber ser Observación, simulaciones.



Para diseñar y planificar los métodos de evaluación del aprendizaje hay que tener en cuenta:

  • Todos los resultados de aprendizaje que se han establecido para la asignatura.
  • Los contenidos de la asignatura, basados en los resultados de aprendizaje.
  • Los niveles de dominio que se pretenden alcanzar en cada caso. Estos niveles de dominio definen el grado de desarrollo de los resultados del aprendizaje.
  • El establecimiento de indicadores generales y descriptores que detallen la consecución de los resultados de aprendizaje –de la forma más concreta posible–.
  • La definición de criterios de evaluación y rúbricas (o plantillas de evaluación de resultados del aprendizaje).

Ver también: