Existen varias formas de organizar una clase. Cada una de ellas tiene sus ventajas, así como sus desventajas. La forma tradicional resulta eficaz cuando hay mucho material para cubrir en poco tiempo. Se trata de un modelo fácil y seguro para docentes y estudiantes, aunque muchas veces lleva al tedio y a la desconexión, si no existen posibilidades de interacción entre los estudiantes.